Antes del golpe ya se sabia de los movimientos de EEUU contra el gobierno de Allende
En los archivos, que se incorporarán a la base de datos del Museo de la Memoria, se registra el apoyo de Henry Kissinger al régimen militar.
Más de 20 mil documentos desclasificados en Estados Unidos, que confirman que este país instó y apoyó el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973, llegaron hoy a Santiago, donde se incorporarán a la base de datos del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Los documentos, que fueron entregados al museo por el director del Chile Documentation Project del National Archive de la Universidad George Washington, Peter Kornbluh, recogen la intervención de Estados Unidos en el golpe del 11 de septiembre de 1973 y su apoyo al régimen militar.
Entre otros archivos, la documentación recoge una conversación que mantuvieron en junio de 1976 en Santiago el general Pinochet y el consejero de Seguridad Nacional y posterior Secretario de Estado durante la presidencia de Richard Nixon (1964-1974), Henry Kissinger, en la que éste le entrega su apoyo.
"Deseamos que el suyo sea un gobierno próspero. Queremos ayudarle y no obstruir su labor", dijo Kissinger a Pinochet, minutos antes de pronunciar un discurso sobre derechos humanos ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este documental narra detalladamente, como pocas veces se ha hecho en la televisión latinoamericana, la bitácora de la conspiración imperialista en el Chile socialista y democrático de principios de la década de 1970.
El director Diego Marín Verdugo estrenó oficialmente esta semana en Santiago el documental "EEUU V/S ALLENDE", con el que busca "desenmascarar la magnitud del complot estadounidense contra el gobierno de Salvador Allende", según aseguró en una entrevista.
El director de la cinta, basó su cinta en el libro "Salvador Allende. Cómo la Casa Blanca provocó su muerte", escrito por su madre, la periodista Patricia Verdugo, que fue un símbolo de la lucha contra la dictadura por su prolífica obra de investigación.
"Me impresiona que los jóvenes no se crean la intervención estadounidense. No tienen ni idea de cómo pasó, cómo se saboteó y boicoteó al gobierno de Allende", explicó Marín.
El hijo de la ganadora del Premio Nacional de Periodismo en 1997 confiesa la obsesión de su madre por que "los jóvenes de hoy y mañana tuvieran acceso a información real sobre la historia, a diferencia de su generación, que ya había tomado partido".
"Ella quería llevar sus investigaciones al formato audiovisual y llevarlas a muchísima más gente, sobretodo en un país donde la lectura es carísima", explica el cineasta.
Según el director, existe una suerte de "amnesia", que "se ha instalado como una decisión política tanto de la gobernante Concertación como de las empresas que controlan los medios de comunicación", para tratar los temas de derechos humanos "de una manera que hastíe, que canse". "Mi madre siempre decía que un millón de muertos es estadística, y un muerto, una tragedia. En Chile no se ha trabajado para sensibilizar a la gente sobre la tragedia de las víctimas", sostuvo.
Marín recopiló la información elaborada por su madre a partir de los archivos desclasificados de la CIA y trató de entrevistar a las fuentes que ella utilizó para sus libros, mezclándolas con imágenes de archivo e infografías con el objetivo de "rearmar las piezas del trágico puzzle que condujeron a Chile a la dictadura". Ante un panorama electoral en el que por primera vez desde el fin de la dictadura la derecha puede llegar al poder en Chile, Marín critica a la Concertación "por no haber sido coherente con el compromiso de lucha por los derechos humanos, ni por mejorar la repartición de riqueza", y dice que entiende "el desencanto de la gente".
Entre los candidatos a la presidencia en las elecciones del 6 de diciembre, Marín señala al izquierdista Jorge Arrate como "víctima de esta campaña de desmemoria y desprestigio de cualquier tema que tenga que ver con los derechos humanos y la justicia social". A Arrate, cuyo testimonio aparece en el documental como presidente de la estatal empresa del cobre Codelco durante el mandato de Allende, "se le persigue como un candidato agrio, antiguo. Hablar de estos temas es hablar del pasado, y la gente no quiere hablar del pasado en este país", asegura.
"Porque a algunos les duele mucho, otros no supieron, no saben y no quisieron saber, y otros no hicieron lo que debían y prefieren no mirar atrás", sostiene Marín. Por esta razón, el cineasta concentra su mirada y sus objetivos en el trabajo con los jóvenes, porque es su convicción que "con el cine se hace memoria, se mantiene viva y se reconstruye".